martes, 21 de mayo de 2013

lunes, 20 de mayo de 2013

TERAPIA

No podemos imponer a nuestros descendientes la mirada de los sueños y de las cosas. Ellos son seres para el tiempo que les correspondió, nosotros, al amparo de los sueños seguiremos un sendero extraño, plagado de criminales reales y en potencia, son demonios que cabalgan con sus mentes desdobladas químicamente; ansiando zapatos, perfumes, mobiliario, la fama inclemente y poco elegante; el sexo motivado externamente ¡un funeral con altura! Mientras tanto, los poetas de este tiempo compartido, y del anterior gris y rosa, navegan en barcos de palabras, ahora configuradas a la perfección por los asistentes anónimos de Internet. El monólogo es terapeuta y no cobra honorarios, el paciente se habita a sí mismo, sin comerciantes rondando el alma y la cueva. Porque ¿a quién le puede interesar el sentimiento de un proletario de la literatura. que viaja en el viento a falta de avión, y canta mientras camina en sueños? Me propongo narrar mis hechos de hoy, para leerlos en otro tiempo, así veré si las gentes y las cosas han mutado.

PROTESTA ANTE EL TIEMPO

DIOS: Y si por aquellos errores emanados de la cotidianidad, me permito retroceder ¡no lo permitas! de esos errores viene la fatalidad que llamamos destino. Y desde la alta montaña que acaricia estrellas, nubes o águilas, recógeme, transpórtame hasta donde el cuerpo no duela, donde la mente no alucine, donde el hermano humano no trate de someterme por medio de la tortura. Y si crees que es mejor mecerme entre los cantos rodados de un río subterráneo ¡arrástrame! Me bastaría con mirar un mínimo rayo de sol en las mañanas y uno o dos luceros en las noches. Pero si decides que merezco la cordillera y la mar, retrocédeme al tiempo de los ancestros, no importa de qué océano, y déjame soñar con él, el que sea pero que sea tierno y fuerte, en ese órden exacto de las cosas y de los seres. Firmo, para que me reconozcas: Silvia Betancourt Alliegro

domingo, 19 de mayo de 2013