Los hombres hacen las
Leyes, las mujeres las costumbres
¿Quién tiene la culpa?
Los
derechos de la mujer, con respecto a:
a)
los hijos, hermanos,
tíos, maridos, amigos
b)
la religión, la tradición,
las leyes
c)
la educación, el trabajo, el
hogar
d)
otras mujeres, ella misma
e)
nuestra Constitución Política
f)
al régimen laboral colombiano
Según el génesis bíblico, somos nacidas
de la soledad y de un sueño del hombre, pero existe una duda, en Génesis 1.27,
dice: Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y
hembra los creó.
Pero, a continuación, fabricó una duda
en Génesis 2:20, 22,23:
Dice que Varón y Varona fueron creados,
pero al cambiarnos a hembras, la cosa se nos complicó. No vamos a dar una clase
sobre las religiones machistas, solamente es el preámbulo, en lo que aportaré
lo que sepa y pueda, y ustedes harán lo mismo,
así que por favor, tomen papel y lápiz, no interrumpan, que al llegar su
momento diré las palabras mágicas que nos acercarán: ¿Hay alguien que quiera aportar
algo al tema?
Existe una combinación perfecta para
sobrevivir en cualquier espacio y cualquier tiempo, siendo mujer: la familia y
la religión.
Como sistemas particulares de
significados podemos mencionar: la tradición bíblica, por la cual el cuerpo de
Eva fue hecho del cuerpo de Adán y es ella, la mujer, quien realiza la “caída”
de la humanidad e instaura el pecado original. Estas premisas dieron paso a una
combinación de conceptos misóginos, tales como: la debilidad moral y física,
predisposición para ser utilizada por
las fuerzas malignas o de corrupción. Más
tarde, la separación platónica entre cuerpo y alma se proyectó sobre la mujer y
se la consideró entonces, muy atrayente de cuerpo, pero perversa de alma y por
ende, peligrosa para el hombre.”
El instinto materno es especialmente
dañino para los hijos de los hombres, la pareja madre- hijo forman una unidad
que dentro del contexto patriarcal, refuerza la simbiosis entre los dos integrantes de la pareja, más
aún, cuando el padre no se ocupa de la “crianza” de los hijos.
En el justo equilibrio entre una madre
ni demasiado cercana, ni demasiado lejana, está el sentido de identidad
masculina del niño y de sus futuras relaciones con las mujeres: “Cuanto más pesan las madres sobre sus
hijos, más le temen éstos a las mujeres, más les huyen o más las oprimen”.
La creación del paradigma: mujer –
reproductora – criadora, que aún persiste, entra en franca contradicción con el
otro: mujer – sexo – muerte. Ambos modelos suponen, o contienen en sí, el papel
masculino: hombre – producción – cultura, lo cual enfrenta lo masculino y lo
femenino en una maniquea lógica disyuntiva.
Además de lo expuesto, sería bueno que
reflexionáramos sobre nuestras actitudes ante los hijos desde su nacimiento: si
es varón, cogerá el cielo con las manos, se sentirá la madre de Dios; si llega
una niña, antes o después del varón divino, deberá tomar la actitud de
servidumbre y adoración ante el hermano, así, desde el hogar, continuamos con
la cadena de que nos quejamos a posteriori.
Sorpréndase escuchándose cuando dice:
sírvele el almuerzo a tu hermano, barre, trapea, lava, plánchale la camisa y el
pantalón. Y la víctima – embrión de mujer, se atreve a decir: por qué si él
está sentado sin hacer nada, no puede ayudar, entonces usted, madre perfecta,
responderá: porque él es hombre...
¡Ahí
está la falla! La ignorancia de nuestro género perpetúa el machismo, y ellos
felices, en ocasiones golpean a sus hermanas porque no les obedecen, y ustedes,
siendo mujeres, se alegran, porque siempre ha sido así.
Los tíos, en ausencia del padre, se
quitan el cinturón y golpean a las niñas, las ponen a hacer todos los oficios
pesados, las humillan, y en ocasiones (muy frecuentemente) las seducen y
violan, y si ella, la víctima se atreve a acusarlo, la golpean entre todos,
incluso la madre, para que aprenda a no calumniar...
El
papá... es todo en el hogar, tiene derecho sobre la vida y la muerte de la
niña. La madre, que necesita al proveedor, calla y otorga.
Así, cuando la niña llega al estado de mujer,
estará mutilada física y mentalmente.
Si se casa (para eso las educan) su
marido reemplazará a los hombres anteriores de su vida, los asesinos de su ego,
por orden de otra mujer: su propia madre, y así, la cadena es sin fin.
La
religión es tradición, y convierte a las mujeres
que se hacen preguntas de tipo social, en perversas ante su familia y amigas,
especialmente porque nos volvemos hipócritas para sobrevivir sin mácula (hacia
fuera, porque nuestros pensamientos y sentimientos nadie los puede saber)
A
ustedes, las aquí presentes, les ha correspondido vivir en un periodo histórico
benévolo, quisiera que hicieran preguntas a sus madres o amigas mayores de
cincuenta años, para que sepan de las luchas que hemos librado para que
ustedes sean las mujeres más libres del planeta tierra (después hablaremos
largo sobre el tema).
VOLVIENDO A LAS RELIGIONES, AHORA
TIENEN LA OPCIÓN DE
PRACTICAR LA QUE QUIERAN,
INCLUSO SER APÓSTATA ESTÁ DE MODA, HAY LIBERTAD DE CULTOS, UN GRAN PASO HACIA LA LIBERTAD.
Pero no nos engañemos, porque las
religiones nos imponen la certeza de que somos inferiores y malas, por
naturaleza, desde el génesis. No hemos podido abolir, quizás por desidia, el
INRI impuesto por las escrituras creadas por hombres, dictadas por Dios, no por
su madre. A propósito, me gustaría saber que pensó María el día que Jesús le
dijo, o mejor, le mandó a decir, después
que ella le envió la razón, desde la puerta, de que su madre y sus hermanos
necesitaban hablarle, y Jesús le mandó a contestar que su madre y sus hermanos
eran los que le rodeaban... (Habría que buscar el texto exacto, tarea que les
dejo).
Hay
una división social del trabajo en lo referente a la sexualidad manejada desde
la religión: Exige que la mujer haga de su cuerpo el sustento material del
deseo masculino, pero sin acceder ella al deseo.
En cuanto a madre, la mujer permanece al lado de la
naturaleza, será la reproductora de la especie, y por tanto, para garantizar la
paternidad y el derecho a herencia, será
propiedad privada. El cuerpo es ajeno,
el placer le es vedado, erotismo y sexualidad son vetados, admitiendo
únicamente el modelo que imponga el macho, protegido por las leyes divinas
escritas por otros hombres.
LAS
LEYES, aquí llegamos donde quería mi madre, que
no pudo disfrutar de los derechos que ahora se ejercen, por las que los
conocen, por las mujeres que estudian, a pesar de que la carga laboral es la
misma, porque así obtenga un título como profesional, le corresponde el “honor”
de llevar la carga de las labores del hogar, si no puede pagar a otra para que
la asuma.
Una
mujer ilustrada rompe los imaginarios sociales, que son creencias impuestas y
colectivas, como: el jefe, el valiente guerrero, el proveedor, o la BUENA ESPOSA, es
decir, la que sacrifica toda su existencia en pos de que los hombres de “su
vida” sean felices, servidos, respetados
Y SOBRE TODO, QUE SEPAN QUE POR ELLA, ELLOS LO LOGRARON... les encanta ser
víctimas y heroínas.
En
el TÍTULO II, de la
Constitución Política de Colombia, 1991, que trata de los Derechos, las Garantías y los Deberes, dice:
CAPÍTULO
I- De los Derechos Fundamentales (antes que me
olvide, de vez en cuando, ojalá una vez a la semana, lean unos diez artículos
de esta herramienta, para acceder a la verdadera ciudadanía).
Artículo 13. Todas las personas nacen
libres e iguales ante la ley (¿Será que nos creemos personas?) Continúa: recibirán la misma protección y
trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y
oportunidades sin ninguna discriminación por razones de SEXO, RAZA, origen
nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica.
El Estado promoverá las condiciones
para que la igualdad sea real y efectiva adoptará medidas a favor de grupos
discriminados o marginados.
El Estado protegerá especialmente a
aquellas personas que por su condición económica, física o mental, se
encuentren en circunstancias de debilidad manifiesta y sancionará los abusos o
maltratos que contra ellas cometan.
Sería largo copiar los Artículos 16,
17, 18, 27, pero léanlos, y si es posible, apréndanselos.
ARTÍCULO 27: “El Estado garantiza las libertades de enseñanza, aprendizaje,
investigación y cátedra.
Y SOBRE TODO, MUJER, CONOCER y DIFUNDIR LOS
DERECHOS HUMANOS:
Artículo 1- Todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2- Toda persona tiene todos
los derechos y libertades proclamados en esta declaración, sin distinción de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión
política o de cualquier índole, origen nacional o social, nacimiento o
cualquier otra condición.
NOTA: Busque el resto, léalos y
difúndalos.
Silvia Betancourt Alliegro
@yastao