Los
estudiantes de Publicidad dicen que desde el primer semestre le venden su alma al diablo.
Los jefes de los partidos políticos deberían revisar sus
idearios antes de las elecciones que están tocando a la puerta, proyectando las
intenciones programadas hacia un desenlace armónico y justo para todos los
compatriotas.
Pongamos ejemplos para facilitar análisis y resultados: desde
que soy ciudadana reflexiva he observado que han manipulado a los electores con
un eslogan de pocas palabras, pobre contenido, rebuscado y melifluo, pero que
tiene ritmo y rima, que es lo que manosea los instintos del gregario, estrategia
invencible desde que se inventó el cartel publicitario, que es usado y abusado, tanto, que del cartel
promocional de Hitler, en Colombia, pasados varios lustros, calcaron el de
Gaitán y de este el de Galán y de ahí el de Uribe, estamos atrapados por un
publicista que cada cuatro años cambia el vestuario y el rostro del ‘cliente’ y
pasa la factura.
Utilizando los parámetros de fenecidos ególatras que no
menciono para no herir susceptibilidades poderosas, erigen, para que los veamos
como inmensos humanos, a hombres ambiciosos y de pobre talante, en una pose
ideada por fascistas y escriben frases de tres a ocho palabras: ‘’La patria por
encima de los partidos”; “No soy un hombre, soy un pueblo”; “Sí se puede”; “Bienvenidos
al futuro”; “Mano fuerte y corazón grande”; más otras que tal vez usted
recordará, imagino.
Todos tenemos derecho al progreso espiritual, y podemos
ejercer la creatividad con expresiones que atenúen el ego de la primitiva
estructura mental, por medio de la música, el color y la forma, sin que nos
importe quién califica ni cómo; lo que es imperdonable es que los ‘creativos’
alquilen sus talentos sincronizándose –por dinero- con gente perversa.
La energía popular es de grandes magnitudes, puede generar
miles de kilovatios al aplaudir, cantar, aclamar, más cuando brama es temible
porque se vuelve incontrolable, no hay transformador que la pueda intervenir,
no hay manera de romper con circuitos de dependencia artificial, y la inmersión
de un individuo en ellos define el comportamiento neurótico, adictivo; y si es
por parte de la masa, a la fuerza definirá y paralizará los prototipos. En
Colombia se vivió cuando el pueblo derrocó al general Rojas Pinilla, abuelo de
los Moreno Rojas, en otros países suramericanos era la manera usual de deponer
los ‘transformadores’.
Actualmente no hay un culto religioso tan poderoso como antaño
capaz de canalizar la ira social, aún cuando el Estado mantiene vigente el
Concordato que le da el derecho de participar en la ‘lidia’ de los problemas de
orden público.
Usemos la fuerza intelectual que Twitter nos facilita para
que los viejos caciques se confiesen culpables de sus crímenes de lesa
humanidad, y sean juzgados y condenados, para que sus vástagos entronizados
como dirigentes de los partidos tradicionales o nuevos, dejen de mostrarnos sus
rostros triunfantes, sus ojos desafiantes de sucesores del trono.
Mueve a lástima ver a
hombres curtidos en las lides de la vida burócrata, acostumbrados a vivir del
erario, buscando la caridad de una sonrisa de esos recién germinados, haciendo
fila para estrechar sus manos, humillándose como perros, para tener la esperanza
de que les tirarán algún hueso para roer mientras rumian su resentimiento.
@yastao
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