martes, 7 de enero de 2014

LA PUBLICIDAD ES PODERÍO


Los estudiantes de Publicidad dicen que desde el primer semestre le venden su alma al diablo.
Los jefes de los partidos políticos deberían revisar sus idearios antes de las elecciones que están tocando a la puerta, proyectando las intenciones programadas hacia un desenlace armónico y justo para todos los compatriotas.
Pongamos ejemplos para facilitar análisis y resultados: desde que soy ciudadana reflexiva he observado que han manipulado a los electores con un eslogan de pocas palabras, pobre contenido, rebuscado y melifluo, pero que tiene ritmo y rima, que es lo que manosea los instintos del gregario, estrategia invencible desde que se inventó el cartel publicitario,  que es usado y abusado, tanto, que del cartel promocional de Hitler, en Colombia, pasados varios lustros, calcaron el de Gaitán y de este el de Galán y de ahí el de Uribe, estamos atrapados por un publicista que cada cuatro años cambia el vestuario y el rostro del ‘cliente’ y pasa la factura.
Utilizando los parámetros de fenecidos ególatras que no menciono para no herir susceptibilidades poderosas, erigen, para que los veamos como inmensos humanos, a hombres ambiciosos y de pobre talante, en una pose ideada por fascistas y escriben frases de tres a ocho palabras: ‘’La patria por encima de los partidos”; “No soy un hombre, soy un pueblo”; “Sí se puede”; “Bienvenidos al futuro”; “Mano fuerte y corazón grande”; más otras que tal vez usted recordará, imagino.
Todos tenemos derecho al progreso espiritual, y podemos ejercer la creatividad con expresiones que atenúen el ego de la primitiva estructura mental, por medio de la música, el color y la forma, sin que nos importe quién califica ni cómo; lo que es imperdonable es que los ‘creativos’ alquilen sus talentos sincronizándose –por dinero- con gente perversa.
La energía popular es de grandes magnitudes, puede generar miles de kilovatios al aplaudir, cantar, aclamar, más cuando brama es temible porque se vuelve incontrolable, no hay transformador que la pueda intervenir, no hay manera de romper con circuitos de dependencia artificial, y la inmersión de un individuo en ellos define el comportamiento neurótico, adictivo; y si es por parte de la masa, a la fuerza definirá y paralizará los prototipos. En Colombia se vivió cuando el pueblo derrocó al general Rojas Pinilla, abuelo de los Moreno Rojas, en otros países suramericanos era la manera usual de deponer los ‘transformadores’.
Actualmente no hay un culto religioso tan poderoso como antaño capaz de canalizar la ira social, aún cuando el Estado mantiene vigente el Concordato que le da el derecho de participar en la ‘lidia’ de los problemas de orden público.
Usemos la fuerza intelectual que Twitter nos facilita para que los viejos caciques se confiesen culpables de sus crímenes de lesa humanidad, y sean juzgados y condenados, para que sus vástagos entronizados como dirigentes de los partidos tradicionales o nuevos, dejen de mostrarnos sus rostros triunfantes, sus ojos desafiantes de sucesores del trono.
 Mueve a lástima ver a hombres curtidos en las lides de la vida burócrata, acostumbrados a vivir del erario, buscando la caridad de una sonrisa de esos recién germinados, haciendo fila para estrechar sus manos, humillándose como perros, para tener la esperanza de que les tirarán algún hueso para roer mientras rumian su resentimiento.

@yastao

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