miércoles, 1 de enero de 2014

SOSPECHAS CONFIRMADAS: Todo lo que transcurre en el ahora es producto del sueño.


Advertencia: Si le da pereza pensar, por favor, no lea este Ensayo.

Desde hace tiempo me rondaba una inquietud, que por delirante siempre soslayaba, alejándola de mis pensamientos y conversaciones. Hoy es una certeza: Colombia vive la etapa del oscurantismo, porque nunca ha salido de la barbarie, así nos relacionemos con el resto del mundo en términos comerciales; y esa no es ninguna gracia, porque el comercio ha sobrevivido a todo asalto en cualquier época y espacio, es más, es la columna vertebral de todas las civilizaciones.
No somos iguales a los humanos que nacen cobijados por otras Constituciones, así hayamos calcado prácticamente la nuestra de alguna europea, y la gran diferencia consiste en que esos otros ciudadanos conocen a la letra sus leyes  ¡y no duermen!

Cuando se duerme, nos dejó escrito Gurdjieff, el hombre queda sumido en sus visiones, y poco importa si conserva o no sus recuerdos¸ aún en el caso de que algunas impresiones circundantes le lleguen, tales como sonidos, calor, frío, y esas sensaciones de su  propio cuerpo le provoquen imágenes fantásticas.
Después, el hombre se despierta; la primera impresión es que está en un estado de conciencia totalmente distinto, puede moverse, hablar con otras personas, hacer proyectos, ver los peligros, etcétera.
Parece razonable pensar que se encuentra en una situación mejor que cuando estaba dormido. Pero si le damos una mirada a su mundo interior, a sus pensamientos, a las causas de sus acciones, percibiremos que se halla en el mismo estado que cuando dormía: si le damos una mirada a su mundo interior, a sus pensamientos, a las causas de sus acciones, percibiremos que se halla en el mismo estado que cuando dormía. Incluso peor, puesto que en el sueño permanece pasivo, lo que equivale a que no puede hacer nada.
Por el contrario, en el estado de vigilia puede actuar continuamente, y el resultado de sus acciones repercute sobre él y sobre los que lo rodean. Sin embargo, no se acuerda de sí mismo, es una máquina, todo le viene de fuera; no puede detener la corriente de sus ideas, no puede dominar su imaginación, sus emociones ni su atención, vive en el mundo subjetivo del yo amo, esto me gusta, deseo, no deseo; no ve el mundo real, vive en el sueño, duerme, y ese sueño es más peligroso que el de la noche en su lecho.
Consideremos lo cotidiano: la guerra, en este o cualquier otro momento de la historia siempre hay guerra ¿qué significa esto según lo descrito anteriormente? Significa que muchos miles de durmientes se esfuerzan en destruir a otros miles de durmientes; cosa que no harían si despertaran. Todo lo que transcurre en el ahora es producto del sueño.

No hay nada nuevo en esta idea, desde la creación del mundo tridimensional se ha dicho a los hombres, a través de las religiones, que deben despertar.
Cuántas veces, por ejemplo, leemos en los Evangelios: despertaos, velad, no durmáis. Los discípulos de Jesús dormían en el huerto de Getsemaní mientras él oraba… ¿comprendemos o lo tomamos como una metáfora? No vemos que hay que tomar la orden al pie de la letra: no durmáis. Tendremos que permanecer despiertos, al menos intentarlo.
Todo lo que leemos o escuchamos nos ‘entra’ durmiendo, especialmente las noticias.
@yastao


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