viernes, 8 de noviembre de 2013

EL SEÑOR BLANCO





Por primera vez en cuarenta y tres años, que es el tiempo transcurrido desde que ejerzo mis derechos como ciudadana colombiana, estoy contemplando la posibilidad de colgarlos en una percha por tiempo indefinido.

Esta posibilidad inquieta mi alma que se ha solazado en el ejercicio de los deberes y derechos inculcados desde mi casa ancestral.

Y lo que es peor, ni siquiera puedo inducir a mi descendencia a que practique con alegre energía el acto soberano de votar por una persona que la represente en todas las instancias públicas.

Repaso los rostros, los nombres, las actitudes pasadas y presentes, y ninguno me entusiasma; es como si las máscaras sonrientes y sabias hubieran dejado de cubrirlos, y así se esfuercen en aparecer con sonrisa diseñada, la malicia se filtra proyectándonos el verdadero retrato de sus malsanas intenciones.

Nuestras esperanzas han sido demolidas una por una, no queda rastro de esa pueril inocencia que nos permitía pensar que después de que depositábamos el voto en una urna de cartón todo el territorio geográfico y moral quedaba a salvo, éramos hondamente patriotas.

No hay por quién votar, soy mujer sin filiación política definida, que siempre ha pensado que las personas no tienen por qué atrincherarse detrás de unas banderas de colores, que en la oscuridad son siempre imprecisos, y que todas los idearios son válidos si son tejidos para el bien de la especie humana; he ejercido mi constitucional derecho al voto y al veto de acuerdo a las expectativas del momento.

En ocasiones he optado por alguno de la derecha porque a mi entender Colombia lo necesitaba en ese tiempo preciso; también lo he hecho por personas de la izquierda por lo mismo; por el centro no me voy, pues se acomoda a todas las circunstancias tomando de todos un poco.

Pero la desilusión hace presencia casi de inmediato, pues una vez  posesionado el individuo en el cargo que le hemos obsequiado, muestra su verdadero rostro de falsario, y si, pongamos por caso, era de humilde extracción, se convierte en el más cruel y sanguinario amo, e incluso, tiende a ser más perverso que los que por herencia han ejercido el poder.

Ahora, hoy, creo firmemente que un sindicalista, un socialista, un conservador, o un liberal, solamente piensa y actúa  para el grupo que representa, mas no para el conglomerado. Y qué decir de los que crean nuevos partidos políticos - tal cual como aquellos que organizan una iglesia en cada cuadra – por conveniencia personal.

Todo es efímero, lo entiendo. Lo perverso de nuestra historia es que es  provisional  por tiempo indefinido, y bajo la dictadura de las armas han asesinado a diestra y siniestra cuerpos con almas preciosas que desde el infinito gritan una sola palabra: ¡Justicia! Y eso tiene  repercusiones a escala cósmica.

Entonces, para no desechar la esperanza, - lo único que quedó en la caja de Pandora-  busco un alma con cuerpo físico- político, que llene los siguientes requisitos, para votar por ella: a) Que tenga temor de Dios; b) Que no ejerza la ira, ni la gula, ni la pereza, ni la envidia, ni la promiscuidad, ni la mentira; c) Que no sea un ladrón.   
Parece que el único que llena esos requisitos es el Señor Blanco.

1 comentario:

  1. Comparto esa desilusión que manifiestas. Es deprimente repasar el espectro de nuestra vergonzosa clase política, en la cual se salvan muy pocos del asco que se siente ante su cínica corrupción. En lo que no estoy de acuerdo contigo es en lo de "colgar la cédula". Nos ha tocado en las últimas décadas votar por el menos malo y así será en 2014. Pienso que si nos abstenemos con ello facilitaremos el propósito del siniestro expresidente de retomar el poder a través de su lacayo, y ante esta opción, prefiero 4 años más con nuestro pésimo actual presidente que volver a un recrudecimiento de la guerra y de los conflictos con los vecinos, en medio de la desaforada corrupción que reinó durante sus oscuros 8 años de gobierno.
    Pienso que si surge una tercería con opción, debemos apoyarla con todo en primera vuelta, y en segunda vuelta, apoyar con todo a quien enfrente al títere de Uribe, así sea Juan Manuel Santos.
    @luisfo1951 en Twitter

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