miércoles, 23 de octubre de 2013

VUELVEN LOS TELEGRAMAS





Hay que tener más de cuarenta años para saber plenamente lo que significaron los telegramas en la vida cotidiana de los terrícolas.

Para que usted joven dinámico- digital, sepa de qué hablo, trataré de relatarle qué eran, para qué servían, cómo se redactaban, cómo se enviaban y cómo se recibían.
1.     Eran mensajes breves por el costo que tenía cada letra.
2.     Servían para enviar datos o noticias urgentes dentro y fuera del país, llegaban en cuestión de horas.
3.     Su redacción solía ocupar mucho tiempo, como ya saben cada palabra tenía un precio, así que al eludir consonantes y puntuación prácticamente eran entendidas únicamente por su destinatario, pongamos ejemplos: ‘Llego esa viernes madre igual’; ‘M/Cía B/ventura’. ‘Amo siempre’.
4.     Para enviarlos había que trasladarse hasta el centro de la ciudad y hacer fila frente a las oficinas de Telecom.
5.     Al recibirlos en casa se rasgaba con premura el sobre y si era de algún familiar o del novio se leía cada palabra con lenta unción. Si llegaba a la empresa lo dejaban en recepción y lo pasaban de inmediato a la gerencia, sin abrirlo.
Hasta hace poco conservé algunos que en su tiempo fueron motivo de alegría o tristeza, lástima que los quemé, ahora podría enviárselos escaneados.

Ahora está Twitter en plena efervescencia y calor, es la maravilla más deliciosa que me ha tocado vivir, no llegué a imaginar que la realidad superara la ciencia- ficción leída en mi juventud.

Para los ‘Adultos Mayores’, que todos son mis coetáneos, recomiendo el ejercicio de ‘twittear’ (hay que anexarlo al diccionario) a diario y por mínimo una hora; notarán que su memoria se vigoriza y que sus manos vuelan a la respuesta telegráfica ya usada; las noticias serán recibidas minuto a minuto, tanto, que los noticieros televisados o radiados pasan a un segundo plano en el horario cotidiano; volvemos a ser parte de la humanidad activa y en pleno ejercicio de nuestras facultades mentales, estoy por asegurar que es una vacuna contra el Alzheimer. Compruébelo siguiéndome.
@yastao

1 comentario:

  1. Que delicia de nota mi querida Silvia. Durante aquellos años de la preadolescencia recuerdo cuando embelesado miraba a la telegrafista de Itagüí transmitir los telegramas en código morse. Era una bello pasatiempo que se arruinó con la posterior llegada del télex, un gran armatoste similar a una máquina de escribir con un aparatito más pequeño al lado en el cual había un disco similar al de un teléfono, que de repente empezaba a imprimir sin que nadie lo tocara, aparato en el cual en uno de mis primeros empleos tuve la oportunidad de "chatear", aunque en esa época no existía esa palabra, con alguien en Europa sobre determinado trámite. El télex permitía eso, en tiempo real, por allá en los años 70, mucho antes de la existencia de las redes sociales y todo la tecnología que hoy nos permite tener amigos como tú, a quienes en otra circunstancia nunca habríamos conocido. Gracias Silvia por esta deliciosa evocación.
    @luisfo1951 en Twitter

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