jueves, 13 de marzo de 2014

SECESIÓN FRUSTRADA, MÁS NO CONJURADA


No se puede negar que todos los cobijados con medida de aseguramiento y los condenados son cerebros superiores, debidamente alimentados con las mejores lecturas guiadas por los centros de estudio más avanzados y herméticos a escala planetaria. Y me atrevo a pensar que hasta los autodidactas, sometidos a ellos, son merecedores de títulos ad honorem.
Los miembros de las AUC se proponían instaurar un nuevo orden estatal para consolidar su mapa mental, geográfico y político de la República de Colombia. Nada nuevo, pues este ensayo lo hicieron los que ahora aclamamos como héroes de la independencia en los textos de Historia Patria.
Ahora sabemos que ya todo estaba debidamente organizado, con cronograma y organigrama, poseían suficiente capital, ejército y armas; contactos a todos los niveles en el primer mundo, pero, les falló aquello de la legitimización de sus actos, propiedades y anhelos; la maraña burocrática les fue absorbiendo, como siempre sucede en Colombia, y esa manigua solo anhela poder, con dólares situados en paraísos fiscales.
Los paramilitares pueden ser clasificados como sediciosos, facciosos, revolucionarios y conspiradores, pues han usado los mismos métodos de los colonizadores, precursores de todas las gestas de independencia de la Historia del viejo y nuevo mundo.
El verdadero temor que ahora tienen es el hecho de haber cometido crímenes de lesa humanidad, puesto que pueden llegar a ser juzgados por un tribunal internacional por el delito de genocidio. Su verdadero problema está en el método experimental utilizado, porque la tortura y el asesinato prevalecieron sobre otros posibles, todos se lanzaron al mar de las atrocidades. Olvidaron que el hombre debe aceptar algunas reglas morales que la humanidad ha instaurado como necesarias, y que están impresas en todo lo noble, respetuoso, bello y puro que hace a través del arte.
No creo que las manos alquiladas para asesinar y que están dominadas por el cerebro, alguna vez no hayan tratado de sacarle melódicas sonoridades a una guitarra o a un tambor, porque de cualquier instrumento se crea para trascender en el espíritu tratando de alcanzar las más altas esferas.
¿Bajo qué influencias actúa un asesino? Es posible que se sienta hijo del patrón que le ordena ejecutar a sus hermanos.
Hemos tenido que afrontar escabrosos procesos, difundidos por los medios como espectáculo, sin darle la debida connotación de delitos atroces, los periodistas se limitan a informar, sin imprimir en sus notas ningún comentario que le indique a la masa enferma de indiferencia y que está mascando su almuerzo mientras se entera con morbosidad de los detalles, de cómo, cuándo y dónde desmembraron a inermes compatriotas.
Ya efectuado este acto de deshago mental, que para ello escribo, le presento mis excusas por haberlo sacado de su perfecta trinchera: la regularidad cronométrica de sus actos diarios
@yastao







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