Si vos andás
por la Sultana caminando como si llevaras en los genes la música del grupo
Niche, con ese tumbao que es legado de mi negramenta mirá, y si comés
chontaduro que te vende alguna morocha, y además te lo pasás con un cholao, para
rematar con un champús, y dejás para más tarde las grosellas con sal, entonces
sos un ciudadano del Pacífico colombiano, mirá.
Pues para
que te enterés que no todo es fútbol y salsa, en nuestra Buenaventura están
ocurriendo cosas terribles, pero vos no te das por enterado, y cuando lo
muestran en la televisión cambiás el canal, o le bajás el volumen y preguntás
que si hoy no hicieron aborrajao.
Estoy lejos
físicamente de Cali, mirá, pero me entero de lo que pasa y se me retuerce el
espíritu – Sí, esa cosa que nos mueve el cuerpo – y hablo para mí, sí, así como Leonardo Favio en
su canción ¡Cómo es posible que el personal activo de Cali no se movilice para
ayudar a la gente torturada en su principal puerto!
Es que lo
que ocurre no es cualquier balacera de esas que se desatan en las comunas,
mirá; allá están picando a la gente, cortan sus miembros uno a uno ¡estando
vivos! ¡A machete!
Se me asoma
al alma una pregunta ¿Ve, será que no les causa desazón porque son negros y la
sangre no se destaca como en los cuerpos blancos, mirá?
Aquí les
pego este link, a ver si lo leen ¿o tendré que convocar a nuestros equipos de fútbol: #América y #DeportivoCali
pa’ que se pongan mosca?
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/danielsamperpizano/el-infierno-de-buenaventura-daniel-samper-pizano-columnista-el-tiempo_13710259-4
@yastao
No hay comentarios:
Publicar un comentario