HOMBRE TIERRA
Caminas sin saber lo que pasó cuando te
crearon
tu
madre no existió te fabricaron de barro, no
te creas divino, eres terreno.
El planeta te reclama como parte mínima
suya, vamos camina sin pavonearte,
que los recicladores del polvo te esperan, vamos
mi hermano, que no todos los caminos son de tierra, existe el que lava todos tus pecados de primate
Vamos,
podrás encontrar otros seres que
habitan en este mismo mundo quizás ellos sean superiores a ti, pero no se
pavonean.
Y si miras a las alturas, encontrarás
aladas criaturas de las que desconoces su forma de expresión, quizás ellas
hablan de ti en este instante, y dicen a canto: es el hombre tierra: Que seduce
otras especies, y además, las aniquila, permítete ahora viajar con toda la creación,
mutado en música, conéctate con las esferas superiores, que de las inferiores ya se ocuparon tus
ancestros
TRISTE, CIERTO
La historia bautizó todos los actos anteriores
a ti, ahora, miserable ser que sabe vestirse aniquilas el alma de la especie
humana.
Te vistes, caminas, estudias, pero dejaste
olvidada la bondad en el quinto patio del infierno de donde saliste.
Tú, tu amigo, tu
amante, tu verdugo, saben esgrimir látigos verbales para sojuzgar
la mente infantil del que no ha probado del bocado
original.
Vamos mi amigo, que nada lograrás a menos
de que te ubiques en otro tiempo con otra alma,
sin vestuario.
Agarra el instrumento de la crueldad y
conviértelo en árboles de los que harás martillos, palillos, guitarras, mesas y
camas, finalmente, confeccionarás tu
propio ataúd.
El cuerpo que te alberga mutará en bellas creaciones
naturales y perennes como los dioses que inventaron los hombres, a los cuales
llamaron gnomos o ángeles.
Qué te parece, finalmente y como siempre,
dependiendo de la tierra que te cobijará, mutarás en ángel o demonio, mi amigo.
Silvia Betancourt Alliegro
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