INGENUOS, INEPTOS O CORRUPTOS

Desde mí cocina

Por Silvia Betancourt Alliegro                            

INGENUOS, INEPTOS O CORRUPTOS

Todos los funcionarios que estuvieron a cargo del funcionamiento del Estado colombiano durante ocho años, empezando por la cabeza, Álvaro Uribe Vélez, Francisco Santos que hizo todos los pactos de transparencia, y también nuestro actual presidente Juan Manuel Santos Ministro de la  Defensa, tienen que estar involucrados en estafas, tráfico de influencia, interceptaciones ilegales, ejecuciones extrajudiciales, malversación de fondos del tesoro público.

Ya han sido mencionadas ampliamente por la prensa –para perseguir pautas-  las escalofriantes anomalías en los ministerios de Defensa, Agricultura, Minería, Protección Social, Salud; y en otras muchos organismos y entidades  que sería dispendioso recopilar en este espacio, pero que podemos encontrar en la Constitución Política de Colombia, reformada cada vez que se quiere tramar alguna trampa para ocultar las malas intenciones en el manejo de los derechos, las garantías y los deberes.

Produce angustia, dolor y coraje, escuchar a los responsables directos: presidente, vicepresidente y ministros, asegurar que no estaban enterados de los crímenes físicos, fiscales y mentales que se estaban produciendo en sus entes.

La prensa es también responsable de la corrupción, puesto que busca pautas por encima de cualquier consideración humanística y ética,  haciendo preguntas sesgadas, acomodadas a las intenciones del ‘cliente político’ que puede pagar lo que le pidan porque para ello ha amasado fortuna robando el dinero de nuestros impuestos, endosados a testaferros que ocasionalmente se apropian del fruto del fraude, porque ‘Ladrón que roba a ladrón tiene mil años de perdón’, la respuesta inmediata suele ser la eliminación física del individuo y de su grupo familiar, son empleadores de sicarios.

Entonces, si esas eminentes personas ilustradas en las mejores universidades del planeta son ingenuas, ineptas o corruptas, no deberían aspirar a seguir usando a las masas, que indignamente se venden, para elegir a sus candidatos a las corporaciones y seguir apropiándose por cuerpo ajeno de la conciencia y los bienes nuestros.

@yastao