martes, 20 de agosto de 2013

LA MAQUINARIA

Por Silvia Betancourt Alliegro

“Creo que la bisagra más delgada en mi mano
somete a desprecio a toda la maquinaria”.
Walt Whitman

La democracia somete, nos obliga a votar por cualquier persona así su ideario no concuerde con nuestras aspiraciones. pensándolo bien, es posible que ningún encarnado logre un consenso perfecto e irrebatible, que conduzca a los pueblos por sendas de justicia y bienestar. Además, todos los hombres aspiran a gobernar al lado de sus amigos, aún conociendo sus defectos, posiblemente porque lo que requieren sean aplausos, venias y convenios.

Escucho desde mi cocina las voces de todos, y desde mi escritorio leo sus frases ampulosas para referirse a actos prosaicos, y además obligatorios por la naturaleza de los cargos que ejercen gracias a nuestros votos; con olfato de madre percibo las marrullerías y las sumerjo en mi base de datos, de la que emergerán cuando la indignación me soliviante y me impela a escribir para que el olvido no impere en mi descendencia.

El asombro no se asoma a las puertas del alma cuando constato que los alias están por encima de los nombres de pila, puesto que para identificarlos desde las memorias de las masacres, sólo se logra  rememorando los apodos extraños, perversos, irreverentes e insanos, que una vez y otra están escritos en los periódicos, emitidas por radio y televisión. Y lo que es más insano, muchos políticos tambien son más conocidos por sus remoquetes que por los nombres de pila. Muy a mi pesar, debo incluirme, puesto que soy más conocida por el seudónimo que elegí, que es mi nombre de pila recogido desde la histora del pueblo guambiano.

Aprovecho para apuntar que muchos de los espantosos sucesos locales en 'La Otra Colombia'  no se consignan en el diario de circulación nacional que impera, así es el Tiempo. 

Son abundantes, diversos, y dispersos por estrategia, los crímenes encadenados, por tanto, ignoramos a qué meta nos conducirán; no podemos prever cómo alterarán –aún más-  la geopolítica nacional; tampoco alcanzamos a imaginar el futuro que tendrán nuestros hijos, ni los de los implicados en la guerra, pues las secuelas de este tiempo los asediarán, de la misma manera que a nosotros nos han acorralado desde que tenemos uso de razón; y si miramos atrás, también a nuestros padres y abuelos les hostigó la existencia, haciéndoselas oscuras y tenebrosas, así se hayan refugiado en  el romanticismo de las antiguas canciones.

Hablando de canciones, circulan muchas que narran las ‘gestas’ de los narcotraficantes, guerrilleros, políticos, paramilitares, contabandistas, contratistas; entre otros - que son parte de nuestro acervo-y que difunden para los archivos akáshicos de la historia de la Tierra www.akashicos.com/‎  que desde su creación no ha dejado de estar irrigada ‘beneficiada’ con sangre humana. 

@yastao





Silvia Betancourt Alliegro

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