miércoles, 21 de agosto de 2013

LA INGENUIDAD COLECTIVA

DESDE MI COCINA
POR: SILVIA BETANCOURT ALLIEGRO


LA INGENUIDAD COLECTIVA



Se mesan los cabellos, discuten en las plazas, salones; y en sus casas han instalado fortines para conspiradores, no pasan del dintel los que no estén de acuerdo con su ideario, que tiene las trazas del statu quo; que es lo que se persigue al querer instaurar la reelección, no para cualquiera de los ex presidentes, sino que al proclamar día y noche la palabra con nombre y apellidos predeterminados, se instala en la mentalidad colectiva definitivamente.

Creada la obnubilación, se impide analizar el presente desde una perspectiva limpia y noble.

Podríamos intentar poner todas las cartas sobre la mesa, y convertir este juego (crucial para el porvenir de nuestros descendientes) en recuerdos, que traen adheridos los olores, colores, aullidos, sabores, paisajes de los escenarios del horror padecido por miles de víctimas masacradas, y por las cuales lo mínimo que podemos hacer es no olvidarlas; ni pensar siquiera en venganza, que por ella estamos cercados desde hace medio milenio.

Como “el hombre es él y sus circunstancias”, según Ortega y Gasset, procedo a elaborar un listado de ellas, y añada usted las que piense:

·        Origen del poder del candidato.
·        Cómo ha sido utilizado.
·        Características de su talante.
·        Preparación académica.
·        Experiencias en cargos similares.
·        Amistades cercanas.
·        Sus aficiones: culturales, literarias, deportivas, amorosas, artísticas.
·        Sus virtudes: ¿Realista? ¿Ordenado? ¿Serio? ¿Transigente? ¿Dadivoso? ¿Adaptable?
·        Idiomas que habla, lee y escribe.
·        ¿Tiene esposa (o), hijos? ¿participa de sus experiencias? ¿hay armonía en sus diálogos?
·        Defectos  (a sabiendas de que hay una contra para cada uno de ellos): Irascible, manipulador, ladino, clasista, injusto, codicioso (otros).

Algo que los publicistas eludirán será aclarar que se puede votar por cualquier aspirante, así sea primíparo y probo.  Además, tendrán que ‘cranearse’ slogans que manejen a la masa con tres palabras y una imagen que suplante al Sagrado Corazón.

Sería conveniente que encaminaran su creatividad hacia propósitos que incentivaran y dignificaran la inteligencia colectiva (brutos no somos, quizás tontos y cómodos sí).

Sabemos que los publicistas se quedan con todos los recursos económicos que consiguen los candidatos, por tanto, deberían, además de declarar la renta real sobre los valores percibidos (sería un buen control del manejo en pesos que poseen los candidatos), deberían, repito, donar algo de sus conocimientos al pueblo; sin retóricas visuales, sin recursos de contraste, sin polarizar al país por medio de la hipnosis que producen los mensajes icónicos; ya poseemos varios carteles de Carlos Duque que manipulan nuestra conciencia, y no los detallo porque sé que usted los “vio” aquí y ahora.



Silvia Betancourt Alliegro 
@yastao 

1 comentario:

  1. Infortunadamente la labor de los publicistas se basa en gran medida en el engaño, en maquillar la imagen de un candidato para que no se noten las razones por las cuales nadie debería votar por él. Esperemos que la toma de conciencia del electorado siga creciendo y que la corrupción con ello vaya perdiendo terreno en la medida en que el voto de cada Colombiano se decida con el cerebro y no con el estómago. Gracias Silvia por tu buen aporte.
    @luisfo1951 en Twitter

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